La eñe teñe maña
que araña la ñata piñata,
ñoñemos dijo el ñato
no ñandú ñeñasto.
A un ñudo borroñado
el demoño mañoso
añoró el paño nefasto
¡este baño está roñoso!
dijo el ñato pero no ñoño
que era un niño con lindo moño
Poloño era señor del demoño
también mañoso como el dueño
añoraba su ñandú y su araña
que tenía en una cabaña,
¡mañana me voy a Albaña!
le decía a doña Ñaña
que admiraba a Acuña
y se iba hasta España,
de mañosa que era.
La peña duró hasta la mañana
comieron buñuelos la atolondradas
hubo piñas y puñaladas
toda la riña empezó por un ñoqui
que la caña quemada hizo añorar,
y sacaron los caños los roñosos
porque un ñoqui no alcanza para quiñentos
sino sería un sueño, señala doña Ñaña,
o una patraña de alfeñique
que engaña con cariño.
(pablo escobar)
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El Piquete

oleo, arena, tela y madera
2 comentarios:
Esta poesía es producto del imsomnio y el tía María
está bellísima la poesía
que bueno q el insomnio logre esas cosas jjaj te juro
q conmigo no da efectos tan bellos
besotes
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